lunes, 20 de febrero de 2012

Neuroinducción

Entrevista al psicólogo mexicano Juan Antonio Guerrero Cañojo, autor de 15 libros, publicados en México y España. Creador de un nuevo método terapéutico: la neuroinducción. Entrenador cerebral y vegetariano por convicción.

¿Qué tareas específicas estimulan el estado de alerta al aprendizaje del cerebro?
La mente tiene muchos niveles de conciencia, cada una caracterizada por un tipo específico de ondas cerebrales. Cuando ella se centra en los objetos exteriores, es consciente del mundo y del paso del tiempo, es decir, si nuestros cinco sentidos están en pleno funcionamiento, se emite lo que se conoce como ondas beta, pero cuando la mente se enfoca hacia el interior, sea espiritual o extrasensorial, se manifiestan las ondas alfa o theta y cuando no tenemos conciencia, nuestro cerebro emite ondas delta.
En mis libros, he mencionado que esas frecuencias se pueden estimular para obtener los resultados necesarios para alcanzar nuestras metas, sólo hace falta saber cómo.
Estas ondas fueron descubiertas en 1924 por un psiquiatra alemán, Hans Berger, que midió los impulsos eléctricos del cerebro de personas que habían sido muertas por algún accidente. Berger siguió sus estudios y encontró las demás frecuencias que ahora conocemos, logrando que la medición de la actividad cerebral se convirtiera en una realidad hasta 1934.
Alfa es una frecuencia muy estudiada en la actualidad, sus efectos en el cuerpo y el cerebro son sorprendentes, por ejemplo, la investigadora Anne Beaumanoir, en los noventa, logró tomar las lecturas de un electroencefalograma a un grupo de caminantes del fuego durante una ceremonia celebrada en Grecia, verificando que todos tenían un constante flujo de frecuencias alfa que los ayudó a alcanzar un estado hipnótico tal que protegía sus pies de las brasas ardientes.
Los caminantes del fuego no son los únicos que logran alterar su fisiología, también los Yoguis en las montañas del Himalaya son capaces de resistir el frío e incluso derretir la nieve estando desnudos cuando emiten ondas alfa.
¿Pero cómo producir conscientemente frecuencias alfa? Investigadores han encontrado que cuando oramos, alcanzamos la frecuencia alfa (de 8 a 10 hertzios ), responsable del optimismo, relajación, pensamientos claros y un sentimiento de integración entre mente y cuerpo, por eso experimentamos una agradable sensación cuando la hacemos. Otra forma de llegar a alfa es la visualización.
Los mantras también son importantes para alcanzar estas ondas. Estos consisten en repetir un mismo sonido o frase cientos de veces, con la misma entonación y volumen. El ritmo constante de un tambor es un estímulo excelente para inducir a una persona al estado alfa, la práctica del Yoga y la meditación Zen igualmente son recomendadas.
La frecuencia Alfa es asociada con el aprendizaje y la creatividad. Muchos genios la han utilizado sin darse cuenta, por ejemplo, siempre que estaba preocupado por un problema, Sir Isaac Newton se tomaba una siesta y entraba al estado alfa, cuando despertaba, tenía una solución. Algo semejante le ocurrió a Niels Bohr, cuando trazó la estructura del átomo mientras soñaba.
Los niños generan más frecuencias alfa y theta que los adultos, por ello son más creativos. Parecería que la madurez trae consigo la inhibición de esas frecuencias.
Pero los artistas y genios siguen desarrollando esas ondas, ellos continúan asombrándose con todo y creando nuevas alternativas. La actividad cerebral de Albert Einstein fue evaluada y el EEG mostró que a menudo se encontraba en un estado alfa.
Diversos estudios sostienen que los sonidos y vibraciones tienen la cualidad de modificar las frecuencias cerebrales, por eso muchos terapeutas utilizan música para sanar al paciente.
Una de las funciones más interesantes del cerebro es la sincronización por vibraciones. Numerosos estudios determinan que ciertos sonidos estimulan éste órgano por el efecto conocido como respuesta de seguimiento a una frecuencia (Frecuency Following Response), por ello, cuando una vibración (o sonido), semejante a los hertzios de las ondas alfa, beta, theta o delta, se produce, el cerebro inmediatamente genera una respuesta de imitación, equilibrando así su desempeño.
También ciertos sonidos terapéuticos permiten estimular las neuronas para hacer más conexiones, por eso la música se ha utilizado en diversas culturas para alcanzar estados hipnóticos o mejorar la salud.
Cualquier profesional le podrá decir que todo lo que existe en el universo está compuesto por átomos, ellos son partículas en continua vibración. La naturaleza vibra en armonía y cuando no la tiene, la busca. Por ejemplo, en el ser humano, observamos el ritmo cardiaco, el de la respiración, el digestivo, el del sueño y vigilia, también las etapas de nacimiento, crecimiento, madurez, vejez, muerte, estos son ciclos que deben vibrar a determinado ritmo. Ese ritmo da lugar al sonido, el cual es una parte integral de nuestras vidas.
Desde antes de nacer el ser humano está rodeado de sonidos: los latidos del corazón de la madre, su respiración y todos los ruidos del organismo dan una experiencia al infante. Por ello, el sonido es energía que produce cambios profundos a muchos niveles (físico, emocional, espiritual).
Debido a eso, distintas culturas han utilizado la música para hacer terapia, ya que ciertos sonidos estimulan las frecuencias cerebrales, logrando armonía y crecimiento mental en la persona. No olvide que las funciones de nuestro cuerpo son rítmicas, por ello es necesario utilizar los ritmos adecuados para aprender y lograr la salud. Si desea aumentar su frecuencia alfa, mi mejor recomendación es que escuche música barroca.
La naturaleza nos ha provisto de elementos para curarnos, sólo que no los hemos descubierto o utilizado. Una clara muestra la constituyen los gatos, animales que tienen un sistema regenerador de su sistema en su ronroneo, este posee la capacidad regenerativa debido a las frecuencias utilizadas (desde 5 hasta 100 hertz), según descubrieron los investigadores veterinarios Wayne Whitney y Cheryl Mehlhaff en sus estudios realizados a los felinos, a partir de ellos, muchos médicos recomiendan a sus pacientes enfermos poseer gatos para alcanzar la salud rápidamente.
Y tienen razón, la frecuencia óptima para la estimulación del crecimiento de los huesos y la curación de fracturas es 50 hertzios, misma que la mayoría de gatos logra fácilmente con sus ronroneos. Ella es denominada gamma y es relacionada con la autocuración.
El sonido del ronroneo toma gran cantidad de energía y es creada por el diafragma y laringe del animal. Estudios recientes demuestran que el tipo de frecuencia del ronroneo es bueno para la curación del músculo, el tendón y las heridas de los ligamentos, también para el fortalecimiento y la tonicidad muscular, curación de heridas, reducción de infecciones e hinchazones y alivio del dolor. Por eso los egipcios creían que los gatos traían bendiciones a las casas de sus amos.
No sólo los felinos producen bienestar, también la mezcla de fe y oración. En 1974, Joe Riker (de Estados Unidos), se negó a ser operado después de que un cáncer le hiciera un orificio en el cráneo, dejando el cerebro a la vista, durante más de un mes dejó de acudir con el médico a que le realizar la curación que evitaba su infección, entonces el galeno lo buscó solicitándole fuera a su consultorio, cuando llegó y mostró un frágil puente de piel nueva en su cráneo, el profesional de la salud le preguntó qué había hecho para lograrlo, él sólo contestó: “mi cuñada fue a Francia y me trajo una botella de agua de Lourdes, llevo un mes poniéndomela en la herida y orando por mi pronta recuperación”. La oración produce alfa, la fe parece estimular las frecuencias gamma, haciendo una composición extraordinaria para la salud.
También los caminantes de fuego utilizan la fe para lograr caminar en él, tal como lo dice Vincent H. Gadddis,en su libro “Mysterious Fires and Lights”:
Cuando te guían la fe y la concentración, el baile sobre las brasas no es doloroso. Se siente algo, pero no más que cuando se camina por un campo lleno de espinas. Lo extraño es que, a pesar del calor, a veces se notan los pies fríos.
La fe genera ondas gamma, que sumadas a las alfa, producen un estado alterado de consciencia que puede proteger el cuerpo así como sanarlo.
¿En qué consiste su método de Entrenamiento cerebral para el superaprendizaje?
La actividad cerebral no es lineal, sino se vale de diversos sistemas y operaciones complejas para llevar a cabo sus procesos, por ello, si se estimula adecuadamente,  se logrará aprender de forma rápida y eficaz.
Desde que estamos en el vientre materno existen estímulos que determinarán nuestro aprendizaje, sólo que suelen ser casuales, sin dirección alguna, por ejemplo los sonidos de los órganos de la madre activan redes neuronales que serán determinantes para que escuchemos adecuadamente, incluso en el parto “natural” se estimula la corteza cerebral al comprimirse el cráneo para que el producto pueda salir, pero no existe una tonificación consciente, sólo fortuita.
Por eso, hace unos años comencé a investigar sobre la estimulación cerebral y con lo obtenido desarrollé un método para entrenar al cerebro, lo llamé neuroinducción, palabra compuesta por:
•    Neuro. La cual se refiere a los procesos del cerebro para ingresar y egresar datos, crear nuevos caminos neuronales y mejorar sus funciones electroquímicas; también involucra los sistemas de percepción y comunicación de las personas.
•    Inducción. Estímulos para cambiar los procesos inconscientes.
La premisa que regía mis investigaciones era sencilla: si una técnica podía estimular las funciones del cerebro, varias lograrían un cambio radical. La neuroinducción surgió, entonces, como un método que utiliza las nuevas técnicas de estimulación cerebral para acelerar el proceso de curación y aprendizaje de la mente. La neuroinducción es un método que permite, mediante sencillos ejercicios –y  sonidos especiales en el caso de la neuroinducción auditiva—, crear nuevos caminos neuronales, mejorar la química y equilibrar las frecuencias del cerebro.
En mi libro “Superaprendizaje por Neuroinducción”, invito al lector a realizar diversas actividades, divididas en 30 días, para mejorar el aprendizaje, entre ellas, el uso de los mapas mentales de Tony Buzan, ejercicios de respiración, movimientos oculares, autohipnosis, juegos cerebrales, musicoterapia y recomendaciones naturistas.
Esto debido a las investigaciones con personas catalogadas como “genios” (en diversos campos), los cuales no usan sólo una técnica para aprender, sino se valen de variadas, en cambio las que tienen problemas con su aprendizaje, utilizan una sola.
En mis seminarios y libros afirmo que existen cuatro pilares del éxito, en este caso para el superaprendizaje:
•    Estimulación cerebral.
•    Modificación de hábitos.
•    Cambio de creencias.
•    Mejora de la salud.
Cualquier persona que trabaje con ellos podrá lograr lo que se proponga. Georgi Lozanov, un médico búlgaro, descubrió en la década de los sesenta que lo más importante para aprender era sugestionarse para ello, es decir, cambiar nuestras creencias respecto al aprendizaje. Posteriormente, en sus investigaciones, comenzó a estimular la mente de los alumnos con música y ejercicios de respiración, también les recomendaba observar una dieta equilibrada.
No sólo él ha realizado lo anterior, por ejemplo Tomas Alva Edison era vegetariano, tenía excelentes hábitos y estaba convencido de ser un genio, ello lo ayudó a colocarse en el lugar que tiene en la historia.
Siempre he sostenido que todo es fácil si se sabe cómo hacerse, es ese cómo el que me interesa que mis pacientes descubran cuando entreno su cerebro.
¿Cómo se puede determinar la edad del cerebro de un individuo? ¿Se puede “rejuvenecer?
Como tal no podríamos determinar una edad, lo que sí es significativo es si lo ha utilizado adecuadamente o no.
Las neuronas necesitan ejercicio para mantenerse sanas y “joviales”. Ronald Kotulak, en su libro “el cerebro por dentro”, afirma que “la educación escolar constituye una firme defensa contra el mal de Alzheimer, dado que, al incitar la formación de sinapsis, vuelve más resistentes a las neuronas contra esa enfermedad”. Esto se comprueba cuando vemos a un sujeto que ya ha sido jubilado, si no tiene actividad mental constante su capacidad mental se reduce rápidamente.
Hace un par de años conocí a una mujer ya mayor (70 años), que parecía tener más energía que cualquier joven, cuando le pregunté sobre su “secreto” me dijo que siempre estaba activa mentalmente. Ella dictaba cátedra en tres universidades, además diseñaba la currícula e impartía clase en posgrado, en cambio su marido, de una edad similar, estaba casi paralizado después de jubilarse, él ya tenía serios problemas para recordar y se enojaba constantemente, ella literalmente lo obligó a impartir clase, los primeros días lo llevaba y traía a la universidad, pero en un par de meses él ya realizaba todo solo.
El peor error que podría cometerse es permanecer inactivo mentalmente, por ello debemos ejercitar nuestro cerebro constantemente, la lectura es un buen ejercicio para ello.
Las destrezas que se adquieren a través de ejercicios cerebrales ¿se pueden ampliar? ¿Sirven o repercuten de alguna manera en los actos cotidianos de los individuos?
Si, el ejercitar el cerebro no ayuda a un área, sino a diversas. Por ejemplo la psicomotricidad está íntimamente ligada con el lenguaje, si deseamos tener más soltura al hablar, debemos estimular nuestro cuerpo, la caminata es un gran ejercicio, además de darnos oxígeno en cantidades adecuadas, aumenta las frecuencias alfa y theta. Todos los días deberíamos incluir una caminata en nuestras rutinas.
La mente y el cuerpo están estrechamente ligados.
Si observamos a una persona comer un alimento en mal estado, sus gestos serán semejantes a los que muestra cuando está enojado, esto demuestra contundentemente la relación entre mente y cuerpo, pues es un recuerdo primitivo que tenemos al rechazar algo que no es de nuestro agrado, por ello se le llama disgusto (está contra nuestro gusto).
Incluso las palabras altisonantes que acompañan el enojo son una emulación del acto de vomitar, que es muchas veces es una consecuencia de la ingesta excesiva de alimentos en mal estado. En esa lógica, el lenguaje soez se utiliza cuando la mente está repleta de situaciones inconclusas, que salen de esa forma.
Entonces las emociones nos proporcionan instrucciones precisas para nuestra mente, aunque no nos demos cuenta, es decir, en esa compleja relación mente-cuerpo debemos tener cuidado de las instrucciones que ingresamos a nuestro cerebro.
¿Es verdad que el ejercicio físico y una correcta hidratación y nutrición ayudan en el entrenamiento cerebral?
Definitivamente, nuestro cerebro necesita oxigenarse adecuadamente, lo que el ejercicio físico provee, además el cerebro debe estar completamente hidratado para funcionar con eficacia, por eso debemos beber varios litros de agua al día. Un estudio reciente en Inglaterra encontró que los estudiantes con mejores resultados en la escuela, bebían más de ocho vasos de agua diarios.
La alimentación pobre o llena de toxinas produce debilidad orgánica, que inunda el cuerpo con enfermedades, si esto sucede, no se aprende como es debido.
Aunque todo alimento tiene toxinas en mayor o menor medida, el cuerpo tiende a eliminarlas durante la digestión, mediante ácidos y otras sustancias para neutralizarlas o transformarlas, pero si son más que las defensas del aparato digestivo, el organismo se intoxicará, produciendo colesterol, ácido úrico y grasas que afectarán a todos los aparatos y sistemas, enfermándonos. Por eso es importante que cuidemos lo que introducimos en nuestro organismo.
Las sustancias que debemos evitar son la cafeína, nicotina, arsénico, plomo y la carne.
La carne fermenta los alimentos en el proceso digestivo, evitando que la glucosa llegue al cerebro, al no hacerlo, éste carece de su principal combustible y aletarga sus procesos, por eso Pitágoras afirmaba que la carne “embotaba la inteligencia”.
El aparato digestivo necesita de un proceso químico llamado quimificación, en el cual procesa los alimentos naturales extrayendo sus propiedades nutricionales y terapéuticas para enviarlas a los órganos que las necesitan, pero la quimificación se ve obstaculizada cuando se fermentan. Entonces, y debido a sus componentes, la carne queda alojada en nuestro intestino grueso produciendo estreñimiento y putrefacción.
Debido a lo anterior, muchas personas experimentan letargo en sus funciones motrices, irritabilidad o control pobre de sus emociones.
Evitar el consumo de carne no es reciente, forma parte de muchas prácticas laborales e intelectuales del pasado, por ejemplo, Henry Ford estaba tan convencido que la dieta ausente de carnes aportaba grandes beneficios a la salud, rendimiento y fuerza, que en el comedor de su fábrica de autos sólo se servía a los trabajadores un menú vegetariano, logrando mejorar enormemente su productividad laboral. Thomas Alva Edison atribuía su capacidad inventiva y creadora a ser vegetariano, es famosa su frase entre los vegetarianos que dice: “Soy un apasionado vegetariano y abstemio, porque así puedo hacer mejor uso de mi cerebro”

1 comentario:

  1. Isaac,

    Excelente artículo. Estoy muy interesado en el funcionamiento del cerebro y esto me alienta a seguir avanzado.

    Saludos

    Mathias

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