En los primeros albores del antiguo Egipto, surgió un hombre singular de nombre Hermes, se decía que su conocimiento provenía del mismísimo TOHT, Dios de la sabiduría del antiguo Egipto.
Las enseñanzas de Hermes fueron recopiladas por tres iniciados en el Kybalión, el cual se resume en siete principios.
1. Mentalismo. El Todo es mente; el universo es mental.
2. Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: El Físico, El Mental y El Espiritual.
3. Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
4. Polaridad. Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
5. Ritmo. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
6. Causa y efecto. Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.
7. Genero. El género existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos. En el plano físico es la sexualidad.
De estos principios beben los conocimientos de diferentes culturas a lo largo y ancho del planeta desde tiempos inmemoriales, si bien la religión en sus diferentes manifestaciones oculto estos conocimientos bajo el velo de la superstición, persiguiendo con fuego y espada estos conocimientos que eran tachados de herejía y brujería.
Gracias a diferentes sociedades se han mantenido hasta hoy estos conocimientos transmitiéndolos desde maestro a iniciado.
Comprender los principios herméticos supone entender los principios de la ciencia del mañana en sus diferentes manifestaciones y son la llave del progreso de la humanidad y del desarrollo individual.
Difícilmente adquirirás un conocimiento profundo de sus axiomas sin la guía de un maestro del conocimiento hermético, si bien algunos de sus axiomas te pueden dar una base para el trabajo interno e individual, el cual supone el primer pasó.

A continuación expongo y simplifico algunos de los axiomas más importantes.
Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender, para adquirir el conocimiento lo primero es que lo desees y busques el conocimiento y el desarrollo individual como forma de progreso para la humanidad, cuando el alumno esta preparado el maestro aparece para guiarlo.
El TODO es Mente; el universo es mental y como es arriba es abajo, tanto abajo como arriba nada esta inmóvil, todo se mueve y todo vibra. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
El universo es una creación mental sostenida en la mente del TODO, el TODO crea en su mente infinita, innumerables universos, los que existen durante eones de tiempo, y así y todo, para Él, la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de ojos.
El TODO está en todas las cosas y la mente infinita del TODO es la matriz del Cosmos. Más allá del Cosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la realidad Substancial, la Verdad Fundamental.
La mente así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.
Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.
Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.
El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se imagina que puede desafiar sus leyes, ése no es más que un tonto vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los elementos, en razón de su locura. El verdadero sabio conociendo la naturaleza del universo, emplea la Ley contra las leyes: las superiores contra las inferiores, y por medio de la alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo valioso y de esta manera triunfa. La maestría consiste, no en sueños anormales, visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las fuerzas superiores contra las inferiores vibrando en los más elevados. La transmutación (no la negación presuntuosa), es el arma del Maestro.
Nada reposa; todo se mueve; todo vibra. Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que el de la oscilación a la izquierda; el Ritmo es la compensación. Para cambiar nuestra característica o estado mental, hemos de cambiar nuestra vibración.
Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrate en le polo opuesto al que se deseas suprimir. Lo no deseable se mata cambiando su polaridad.
La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. El ritmo puede neutralizarse mediante el arte de la polarización.
Todo es dual, todo tiene polos; todo su par de opuestos; los semejantes y desemejantes son los mismos; los opuestos son idénticos en naturaleza, difiriendo sólo en grado; los extremos se tocan; todas las verdades, son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero ninguno escapa a la ley.
El género está en todo, todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos.
La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna, deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en conflicto con las fuerzas naturales.
Nada escapa al principio de causa y efecto, pero hay muchos planos de Causalidad y uno puede emplear las leyes del plano superior para dominar a las del inferior.
El sabio sirve en lo superior, pero rige en lo inferior. Obedece a las leyes que están por encima de él, pero en su propio plano y en las que están por debajo de él, rige y ordena. Sin embargo, al hacerlo, forma parte del principio en vez de oponerse al mismo. El sabio se sumerge en la Ley , y comprendiendo sus movimientos, opera en ella en vez de ser su ciego esclavo. Semejantemente al buen nadador, va de aquí para allá, según su propia voluntad, en vez de dejarse arrastrar como el madero que flota en la corriente. Sin embargo el nadador, el sabio y el ignorante, están todos sujetos a la ley.
Fluye, vibra, mantén el ritmo, encuentra la armonía y siente tu unión con el Todo.
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