lunes, 3 de junio de 2013

TESOROS POR DESCUBRIR


Hay pueblos que tienen tesoros por descubrir, potenciar y desarrollar, Burguillos del Cerro es uno de estos pueblos por descubrir entre encinas centenarias en el sur oeste extremeño.

En la localidad declarada Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico Artístico, se pueden encontrar restos de asentamientos de época celta, romana y visigótica.

Tras la ocupación del territorio por la orden del temple en 1229, el pueblo quedo incluido en el Bayliato de Jerez. A la disolución de este, Burguillos se convirtió en señorío, pasando por numerosas titularidades hasta integrarse en 1393 como propiedad de D. Diego López de Zúñiga, señor de la casa de bejar, en cuya demarcación se mantuvo hasta el siglo XIX.


El pueblo fue junto con Jerez de los Caballeros el ultimo reducto de los templarios en España antes que el rey francés  Felipe IV de Francia, ante las deudas impagables que había contraído con los templarios y con la ayuda del  Papa Clemente V, les acusaran de sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos poniendo fin a la orden.


En Jerez de los Caballeros se encuentra la famosa Torre Sangrienta, en la que perdieron la vida los últimos Caballeros Templarios en la península, antes de que los sobrevivientes marcharan a Portugal donde pasaron a denominarse Orden de Cristo.

La Orden del Temple, tuvo aquí su principal campo de acción ya que en ningún lugar de España intervinieron de forma tan decisiva como en el sur oeste de Extremadura.

En 1230 se toma Badajoz con la ayuda de la Orden del Temple y Mérida gracias a la Orden de Santiago. Los templarios en el siglo XIII reciben estas tierras por su ayuda prestada a la corona en la reconquista de la provincia de Badajoz  que fue llevada a cabo por el reino de León, siendo el rey, Alfonso IX el que le dio el primer impulso definitivo.

Alcazaba de Badajoz

Una vez dominadas estas importantes plazas, el empuje va a continuar hacía el Sur; la Orden del Temple se dirigío hacia la zona Oeste, limítrofe con Portugal, consiguiendo tomar  a los árabes Alconchel, Burguillos, Fregenal y Jerez.

Durante 1248 Fernando III cita “Et contra los términos de los freyres del Templo, de parte de Burgos (Burguillos del Cerro) et de Xerez et parte de Alconchel partan con los freyres del templo par o diren su privilegios de los freyres del templo”. 

Los templarios crearon en Jerez un “bailato “o casa comarcal de la Orden, a cuya jurisdicción quedaron sujetos los pueblos de la comarca como Burguillos desde la conquista de la zona en 1230 hasta la disolución de la orden.


La Iglesia de San Juan hoy centro de interpretación templaría, la iglesia-fortaleza, sería consecuencia del ensanche que tuvo la villa hacía el oeste bajo el Temple por el incremento de la población.

Las órdenes militares gozaron de entera libertad religiosa, según se indica en la Bula Papal de Alejandro III, confirmada por Gregorio IX en 1238, en la que se lee: “si por ventura en lugares desiertos o en las tierras de moros, de nuevo, los dichos maestres, freyles y orden, edificaren alguna iglesia, gocen de plena libertad” 

Eran tiempos de Reconquista, de repoblación, de sublevaciones mudéjares, de razzias de benimerines, que se va a reflejar en la arquitectura,  dando lugar a una arquitectura fronteriza como consecuencia de los movimientos migratorios con el objetivo de repoblar el territorio.

Un contexto inestable e inseguro, sobre todo después de la rebelión de los mudéjares, en 1264, con apoyo del reino nazarí de Granada.

La iglesia fortaleza de San Juan Bautista  es un edificio cuya primera fundación es entre los siglos VI-VIII y tras la reutilización en época islámica, se recupera en época cristiana, por parte de la Orden del Temple que concibe el edificio tal cual lo observamos actualmente.

Se trata de un  Monumento de síntesis donde se funden formas islámicas y cristianas.

  
La zona es conquistada a los musulmanes en 1238, las hoy tierras de Burguillos entran a formar parte de las posesiones de la Orden del Temple junto con Cheles, Higuera de Vargas, Jerez de los Caballeros, Villanueva del Fresno, Valencia de Mombuey, Zahínos, Oliva, Fregenal, Higuera la Real, Bodonal, Valencia del Ventoso, La Atalaya, Valverde de Burguillos, Alconchel, Táliga y, poco después, Olivenza para conformar el extenso bayliato de Jerez.


La iglesia de Santa María de la Encina es otro monumento digno de visitar, hoy convertida en

Centro de Interpretación de la Arquitectura Popular.


Santa María se emplaza sobre un pequeño espacio amesetado, en la ladera del cerro que corona el castillo, cerro que domina la villa y su término. 

A fines del siglo XIV o inicios del XV, ocupando un área funeraria posiblemente vinculada con un edificio cultual más antiguo.



La primitiva necrópolis es profundamente alterada con la construcción de la Iglesia de Santa María, siendo parte del espacio ocupado por aquélla.

Sobresalen tres naves separadas por magníficas arquerías apuntadas asentadas sobre pilares, de fines del XV, y magnífica espadaña a los pies del templo, obra del siglo XVI.

Destaca en Burguillos del Cerro su Castillo árabe situado sobre un cerro rocoso desde el que domina la localidad, destaca del castillo su voluminosa torre de Homenaje, formada por un cuerpo superior retranqueado, raramente visto en Extremadura, y un cuerpo inferior más voluminoso, de cuya parte superior sobresale un gran matacán que protege la puerta de acceso.

 

En el interior de la torre destaca la estructura de la sala del cuerpo inferior, con dos cúpulas, y la disposición escalonada de la cubierta de las escaleras que ascienden embutidas en el muro, a base de arcos o pequeños cañones de ladrillo sobre muros de piedra.

En las otras esquinas del recinto principal se levantan sendas torres, una prismática y dos redondas, configurándose en el interior un patio de armas donde se emplazaban las diversas habitaciones y cámaras de la fortaleza, así como un aljibe.



La entrada a este recinto se efectúa en un paramento de sillería a través de una atractiva puerta gótica ligeramente apuntada, sobre la que campea un escudo con una banda adragantada, protegiéndose el acceso por un poderoso matacán parecido al de la torre del homenaje, del que sólo se conservan sus cuatro grandes ménsulas y la parte inferior del pretil.

El castillo de Burguillos del Cerro y sus dominios son tomados en 1230 por los templarios para perderlos poco después tras una contundente incursión musulmana. Definitivamente la conquista se produjo en 1238.

Los templarios reorganizan el territorio y crean un núcleo de población estable en la ladera del cerro donde se sitúa la fortaleza, Hasta entonces la población existente  estaba dispersa en el entorno ocupando pequeñas alquerías. Quizás el topónimo de Burguillos hace referencia a este modelo de ocupación del territorio en la que éste sería articulado por  pequeñas aldeas o burguillos.









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